No puede ser

No puede ser que la gente abandone su país porque no les queda ninguna otra esperanza. No puede ser que cuando la gente venga, les llamemos inmigrantes y les hacinemos en una habitación al estilo de ahiosquedaisenlacuadra como si fueran seres de otra especie. No puede ser que luego les echemos como si nada, sin darles ninguna oportunidad de medrar como ser humano. Y es que no puede ser, no ya que ayudemos o no miserablemente a los países que lo necesitan y se mueren de hambre, sino que no solucionemos los problemas de nuestros semejantes. No puede ser que más de 1000 millones de personas vivan con menos de un dólar al día, unos 2800 millones de personas (casi la mitad de la población mundial) vivan con menos de 2 dólares al día y que el 20% de la población mundial posea el 90% de las riquezas, ¿cómo coño espera la gente que no vengan a los países desarrollados aquellos que quieran vivir un poco mejor dejando sus paises de origen?

A la vista de las cifras y de lo cercano que está África, me parecen bastantes pocos los que intentan venir. Si pudiera organizaría una macro manifa-peregrinación de todos los afectados hacia la sede de la ONU o hacia a la Casa Blanca (de algo tiene que servir ser el país más rico), lo haría mañana mismo, hoy es que no puedo, estoy demasiado ocupado con mis esfínteres. ¡Qué cabrones egoístas somos todos!

Soslayando

Digamos que a veces me siento mejor que todos los demás y otras, no levanto cabeza. Digamos que soy impredecible, monótono, explosivo y un poco kamikaze. Digamos que suelo tener buena suerte cuando la busco, y mala cuando no busco nada. Digamos que soy un punto insignificante en un universo de insignificancias, aunque tengo consciencia global. Digamos que no me suelo granjear enemigos, las personas que no me interesan las dejo a un lado, como los cromos repetidos. Digamos que mientras el mundo cambia a mis pies vertiginosamente, yo me lavo las manos para no tener que saludar a mi odiado amigo el tiempo. Digamos que no suelo dejar que nadie mueva un solo hilo de los que penden mis pensamientos. Y digamos también que tengo remordimientos de cosas y casos de los que no me arrepiento. Digamos que estoy hablando de mí, o de lo que los demás piensan de mí, o de como yo me imagino, yo que sé, digamos que hoy me siento estupendamente tranquilo.

"La esperanza es el sueño del hombre despierto"

Modestia aparte, parece que una vez más la ciencia me vuelve a dar la razón. Resulta que las investigaciones de unos psicólogos norteamericanos vienen a demostrar que nuestras acciones vienen predeterminadas por prejuicios inconscientes que pueden modificar nuestro comportamiento a la hora de juzgar o considerar valores y a las demás personas. Las investigaciones se basan en unos tests denominados Pruebas de Asociación Implícita (IAT en inglés), cuyos resultados han convulsionado a la sociedad norteamericana, por poner de manifiesto ciertos valores ocultos de origen social, que son contrarios a lo que conscientemente pensamos de nosotros mismos. Los tests permiten probar las diferencias indivuales en numerosos temas como política, deporte, música, animales o etnias. Aunque las conclusiones todavía no son definitivas, el resultado más asombroso parte del test de las razas, en donde se comprueba que la mayoría de la gente relaciona con mayor facilidad palabras positivas con fotos de blancos, y palabras de significacion negativa con fotos de negros, asimismo y asombrosamente, también los encuestados negros tienden a valorar más a los blancos. Por otro lado, de los tests también se desprende una tendencia a valorar más favorablemente a los jóvenes frente a los ancianos y a los hombres frente a las mujeres.

A medida que se fueron realizando más tests y la estadística empezaba a cobrar importancia, se fue comprobando que la información personal aportada por los encuestados no coincidía con las actitudes que los prejuicios implícitos sacaban a relucir a través de las pruebas de asociación implícita. Más información en tendencias21.

Aunque ya lo sospechaba, esto no hace más que confirmar que vivimos en un mundo lleno de estereotipos que el mundo moderno y la sociedad nos hemos encargado de fabricar a nuestro antojo, y que o hacemos algo al respecto, o mucho me temo que estos prejuicios inconscientes nos perseguirán a la raza humana por los tiempos de los tiempos a modo de vestigio evolutivo que no habremos sido capaces de superar.