Un paraiso perdido donde puedes encontrar todo y nada, capaz de lo mejor y lo peor, porque el término medio es solo un espejismo visto desde los extremos

27.1.08

Si no lo veo, no lo creo

El siguiente vídeo es tan insólito como aterrador. Aunque no soy fácilmente impresionable, tengo que reconocer que este vídeo me supera. El protagonista es Agustín Gerardo Arenas, más conocido como Super Taldo. Su historia se remonta al 12 de abril de 1974, cuando Agustín tenía 14 años de edad y fue entrevistado debido a su enfermedad, el síndrome de Tourette.
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico heredado que cursa con movimientos y sonidos vocales (fónicos) involuntarios y repetidos. En algunos casos, tales tics incluyen palabras y frases obscenas (patología denominada coprolalia).


Parece ser que en la actualidad Agustín está ya recuperado de sus 'cositas' (menos mal) pero no dejo de preguntarme qué extraña y violenta batalla tenía que librarse en sus circuitos neuronales para que saliesen a la luz semejantes aberraciones. Teneís más cositas sobre el síndrome aquí.

Etiquetas:

19.1.08

La cosas que pasan

Es curioso lo fácil que resulta todo cuando no pasa nada y lo difícil que se ponen el tema y la cosa cuando pasa lo que pasa.

Cuando no pasa nada extraordinario, la inercia de los movimientos anteriores me resuelven y despejan el camino, estoy libre para existir y experimentar, no hay motivos para dudar y mucho menos para sollozar. Es entonces cuando doy rienda suelta a toda clase de experimentos inconfesables en mi laboratorio vital. El homo sapiens sin nisiquiera saberlo, se convierte en un elemento más de mis experimentos, y sin saber muy bien por qué y de una manera un tanto mágica, resulta que todos salen a las mil maravillas y se cumplen todas las expectativas en un alto porcentaje.

Pero cuando pasa lo que pasa (y muchas veces tiene que pasar), el camino se diluye, se desvanece, desaparecen las referencias, y aun manteniendo el equilibrio, resulta que me faltan ciertas agarraderas. Es aquí cuando los experimentos dejan de funcionar, lo que antes se verificaba naturalmente, ahora los mismos homo sapiens de antes se encargan de refutarlo automáticamente. Y no son más que los sinsabores de la vida experimental cuando pasa lo que pasa. ¿Qué le vamos a hacer?

Etiquetas:

14.1.08

Los hermanos Pou o como vivir al límite superando retos inverosímiles

Los hermanos vitorianos han logrado culminar el proyecto '7 paredes, 7 continentes' al alcanzar la cumbre de su etapa antártica el pasado 25 de diciembre. Iker y Eneko Pou se impusieron al fuerte viento y la nieve y escalaron la pared 'Three Pigs' (Tres Cerditos) en la modalidad 'escalada libre'. Con lo que concluyen con éxito su desafiante proyecto.

Este inédito y atractivo proyecto de los hermanos vitorianos nació en 2002, fruto de querer llevar a la práctica sueños inalcanzables a ojos de la mayoría. Así se dispusieron a realizar un viaje alrededor del mundo en el que cada etapa les llevaría a establecer nuevas fronteras en la escalada. Su objetivo era realizar en la modalidad de escalada libre la pared que, a su juicio, pudiera ser la más emblemática de cada continente, buscando siempre rutas de máxima dificultad.

En 2003 realizaron las dos primeras etapas en América del Norte (El Capitán, Parque Nacional de Yosemite) y Europa (Naranjo de Bulnes, Picos de Europa). Al año siguiente viajaron a la isla de Madagascar, en África; donde se encuentran las paredes del Tsaranoro. En 2005, en Tasmania (Oceanía), escalaron el Tótem Pole, la pared de escalada más estética del mundo y el verano de ese mismo año hicieron cumbre en la Torre Sin Nombre, en el Himalaya (Asia). La sexta etapa les llevó hasta la Patagonia, donde al segundo intento consiguieron escalar el Fitz Roy, que está entre las montañas más difíciles de la Tierra.

Esta gente sí que sabe administrar sus emociones a base de aventuras de extrema dificultad. Podeís saber algo más en su web personal.

Etiquetas:

10.1.08

Rutinas incandescentes

Cuando parecía que ya había superado las efímeras inconsistencias de mi espíritu, y después de unos días de retiro offline, vuelvo a la rutina madrileña y me encuentro con un panorama desolador. Nada tiene el sentido que le había dado anteriormente, no se si serán los colores, la luz, los sonidos o los amorfos humanoides con los que me cruzo, pero nada se parece a como lo había dejado antes. Me han cambiado el escenario sin previo aviso, yo lo había dejado todo preparado para equivocarme, y ahora, ya no tiene sentido tal equivocación.

Tengo la extraña sensación de que cada cosa que hago la hago simple y exclusivamente porque la tengo que hacer, sin ninguna otra razón aparente, y estas rutinas incandescentes hacen que se me revuelvan las entrañas.

Será que no estoy interpretando lo que me rodea y envuelve con el prisma adecuado, pero sea como sea, el camino que tengo ante mi es tan desolador que necesito un suero musical adecuado para aplacar el sentimentalismo que estos días me embriaga. Desde mi atalaya genética seguiré resistiendo cualquier embite del mundo real.

Etiquetas: