Parece pero no

Hace unos días un amiguete me mandó un email con lo siguiente:

SGEUN UN ETSDUIO DE UNA UIVENRSDIAD IGNLSEA, NO IPMOTRA EL ODREN EN EL QUE LAS LTEARS ETSAN ERSCIATS, LA UICNA CSOA IPORMTNATE ES QUE LA PMRIREA Y LA UTLIMA LTERA ESETN ECSRITAS EN LA PSIOCION COCRRTEA. EL RSTEO PEUDEN ETSAR TTAOLMNTEE MAL Y AUN PORDAS LERELO SIN POBRLEAMS. ETSO ES PQUORE NO LEMEOS CADA LTERA POR SI MSIMA, SNIO LA PAALBRA EN UN TDOO.
PRESNOAMELNTE ME PREACE ICRNEILBE. TNATOS AOÑS DE COLGEIO A LA MRIEDA. SLADUOS....

A mi también me resultó cuando menos inquietante. Con la modestia que me caracteriza e intentando buscar una explicación se me ocurrió que cuando leemos la palabra como un todo y la reconocemos, será porque tenemos una imagen mental de ella y ninguna otra palabra se adapta en número y letras a la correspondiente. Hasta aquí todo es aceptable, lo que me preocupa es que nuestra mente funcione de la misma manera cuando percibimos la realidad. En este caso todo cuanto reconocemos lo identificaríamos automáticamente con algo previamente observado, clasificado y vivido, quitándole autenticidad al instante único y exclusivo del momento en cuestión. A no ser que tengamos ante nuestros ojos algo realmente sorprendente y asombroso, nuestra capacidad para interpretar la realidad se verá reducida a clasificar los acontecimientos según recuerdos vividos o almacenados en nuestra memoria previamente. De este modo, le restaríamos importancia a cada momento habitual, un sinsabor que nos llevaría (y nos lleva) a la constante búsqueda de nuevas emociones y experiencias, cuando en realidad, cada instante de nuestra vida es un instante irrepetible y distinto a los demás (carpe diem). Bueno, antes de que me flipe más de la cuenta con este neurax, os dejo meditando el fin de semana. Yo os estaré esperando aquí: